Desde la colonia, nuestra sociedad se ha visto conquistada por el eurocentrismo. Los colombianos nos hemos olvidado de pueblos como los muiscas, preferiendo las culturas extranjeras. Así es que el lejano y monumental gris opaca al dorado, el cual, lo tenemos tan cerca que no lo vemos, quedando así en un rinconsito, como si fuera otra cosa más que no es de nadie.