Como un niño que salió de una zona de conflicto armado, en un corregimiento de Santander, me alegra saber que la educación, el arte y mi familia, fueron mi salvación. Sin importar lo amargo que pudo haber sido nuestro pasado, siempre podemos reinventarnos, mejorar y convertirnos en lo que siempre quisimos, para mí fue convertirme en artista, pero todos somos capaces de crear nuestro propio presente y futuro.
Sobre el artista
La realidad es más impactante y siniestra que la ficción, y a veces todos necesitamos un poco de fantasía para no morir enfermos de realidad.